La fruta es el alimento perfecto, requiere una mínima cantidad de energía para ser digerida y, en cambio, proporciona la máxima, es básicamente fructosa y puede ser transformada con facilidad en glucosa. Es el único alimento que hace trabajar al cerebro ya que éste se alimenta de glucosa. En la mayoría de las veces (entre un 90% y un 95%) es agua, eso significa que está limpiando y alimentando al mismo tiempo.